La Cámara de Comercio de Valencia alerta del grave desequilibrio entre oferta y demanda de vivienda en la provincia, con una previsión de déficit de más de 130.000 viviendas hasta 2030. Ante este reto estructural, propone una batería de medidas centradas en aumentar el suelo disponible, agilizar los trámites urbanísticos y reequilibrar la fiscalidad del sector inmobiliario.
Cámara Valencia ha presentado hoy en rueda de prensa un informe sobre los factores que tensionan el mercado inmobiliario de la provincia y propone un conjunto de medidas urgentes para paliar el déficit estructural de vivienda, especialmente en el área metropolitana de Valencia. Según sus estimaciones, hasta el año 2030 será necesario construir más de 133.000 viviendas nuevas para atender a la demanda prevista.
El informe, que se encargó en la comisión de proyectos estratégicos y desarrollo de Cámara Valencia, ha sido presentado por el presidente de Cámara, José Vicente Morata. Junto a él, ha intervenido el presidente de la Comisión Juan Cámara y los integrantes de la comisión Alejandro Escribano, José María Tomás y Juan Manuel Real.
El responsable del estudio, Amadeo Aznar, técnico del área económica de Cámara ha explicado los principales factores que explican el incremento del precio de la vivienda, entre ellos: el aumento sostenido de la población residente, el auge del turismo y de las viviendas de uso turístico, la transformación de los modelos familiares y el envejecimiento poblacional, que limita la rotación en el mercado. A ello se suman las dificultades estructurales del lado de la oferta, como la escasez de suelo urbanizable, el encarecimiento de los materiales, la falta de mano de obra cualificada y una normativa cada vez más exigente y compleja.
Ante este escenario, la Cámara plantea cuatro grandes líneas de actuación:
Incrementar la disponibilidad de suelo urbanizable mediante la simplificación y agilización de los procesos de transformación de suelo, que actualmente pueden demorarse hasta 15 o 20 años, como se ha constatado en casos como el de Turianova.
Revisar y equilibrar el marco normativo, cuya creciente complejidad —aunque beneficiosa en términos de calidad y sostenibilidad— está ralentizando los procesos constructivos y elevando los costes finales de la vivienda.
Establecer una política tributaria que favorezca precios más asequibles, incluyendo medidas como la eliminación del IVA para la compra de la primera vivienda, especialmente en un contexto en el que el precio medio de una vivienda nueva se ha incrementado un 65% desde 2014.
Desarrollar un modelo metropolitano coordinado, denominado «Gran Valencia», que promueva un desarrollo urbanístico cohesionado con infraestructuras de transporte público eficientes, hubs intermodales y servicios de proximidad, facilitando así el acceso a la vivienda en municipios periféricos.
“La situación actual exige decisiones valientes, coordinación entre administraciones y un nuevo pacto público-privado para hacer frente a un reto que no solo afecta a las familias, sino también al desarrollo económico sostenible de nuestra provincia”, subraya el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata.
Con estas propuestas, la Cámara de Comercio aspira a contribuir activamente a la mejora del acceso a la vivienda y al desarrollo territorial equilibrado de la provincia de Valencia.